5 de febrero de 2011

Dramático relato de canadiense atacada por tiburón (foto inédita)

Una enfermera canadiense se enfrentó en desigual lucha por su vida con un tiburón en Cancún apenas el pasado lunes. Las feroces embestidas intentaron arrastrarla debajo del agua, mientras le hundió en varias ocasiones los dientes en su carne cuando nadaba frente a las playas del hotel Park Royal.

La siguiente es un relato que reproduce en su edición de ayer el periódico canadiense The Canadian Press.

Nicole Moore, madre de dos hijos, dijo que el tiburón la aterrorizó, aunque mantuvo su lucha por sobrevivir al ataque, no pudo impedir que el agua alrededor suyo se tiña de rojo por su propia sangre.

La mujer habló por primera vez sobre su dura prueba, que ella califica de horrorosa. Moore, de 38 años, dijo que el tiburón media 1.8 metros de largo aproximadamente y la mordió 3 veces. Sintió con profundo dolor que las mandíbulas del animal rebanaban su brazo, mano y pierna.

"Tan pronto como sentía las mordidas, yo sabía que me desprendía pedazos de carne" dijo a la estación de radio CKLW en Windsor, Ontario.

"Mordió mi brazo. Luego el tiburón volvió a atacar y mordió abajo, en mi pierna, arrancándome un pedazo bastante bueno. El animal intentaba tirar de mí para abajo."
Moore habló desde su cama en el Hospiten, en Cancún, en donde ella todavía se está recuperando de lesiones serias.

La enfermera de Orangeville, Ontario, que fue mal identificada, mal, inicialmente por los funcionarios mexicanos como Nicole Ross, llegó a Cancún junto con varias amigas de la clase de yoga a la que asiste, así como de sus familiares.

Una parte de ese grupo decidió dedicar el lunes para irse de compras, pero la enfermera prefirió quedarse en el hotel y luego fue a la playa a jugar a voleibol. Cubierto en arena, ella vadeó en el agua baja para limpiarse de la arena, según relató.

Retoma su experiencia al decir que en el mar había entre 20 y 30 personas nadando. De repente escucha que un salvavidas sopló su silbato escuchan el fuerte sonido de un silbido, justo cuando un tiburón se metió hacia la línea de la playa.

Varias personas manejando motos acuáticas estaban en la zona donde supuestamente se mantenían los tiburones estacionados, en intenso intento por alejarlos de la costa, pero en realidad ellos los asustaron.

Moore dijo que ella oyó a los hombres gritar, pero pensó que eran gritos de advertencia porque estaba muy cerca de la zona en que hacían sus piruetas con las motos acuáticas.

La sobreviviente al ataque del tiburón dijo no hablar español y no sabía que los gritos fueron para advertirla de la presencia del tiburón y pedirle que saliera del mar.

Casi en el mismo momento la enfermera se encontró pegada con el tiburón.

"Acabo de sentir este primer topetón y entonces esta mordedura," dijo ella. "Me mordió en el muslo izquierdo."

Moore sabía que debía salir del agua cuando el depredador comenzó la danza alrededor de ella, pero el tiburón atacó desde abajo para arriba.

"Con mi mano (libre), me colgué de su nariz y ello permitió que suelte mi brazo izquierdo que sin fuerza cayó lejos de la boca del tiburón."

Los testigos dijeron que vieron abundante sangre en el agua y escucharon sus gritos, agregó la enfermera canadiense.

Moore dijo que ella sabía exactamente lo grave que eran sus lesiones cuando finalmente logró ser llevada a la orilla de la playa. Como no perdió el conocimiento ni cayó en crisis nerviosa, dio instrucciones a quienes estaban a su lado en cómo vendarla.

Otras 2 enfermeras llegaron a su lado y asumieron el control mientras que ella comenzó a desangrarse.

"Mi primer pensamiento fue para mis niños. Todo lo que pensaba era en mis 2 cabritos," dijo ella.

Indicó que ahora "Necesito reducir mi ritmo cardíaco. Necesito guardar calma y necesito conseguir ayuda."

Moore fue sometida a varias cirugías y recibió transfusión en el Hospiten Cancún, en donde se espera que permanecerá por lo menos una semana más.

Los doctores le han dicho que están esperando para ver cuánta movilidad ella recuperará.

La realidad de qué sucedió está comenzando a percibirlo Moore. "Soy extremadamente emocional ahora sobre el asunto."

El marido de Moore, oficial de policía, voló a Cancún apenas se enteró del ataque que sufrió su esposa.

Mientras tanto la enfermera y su familia intentan mantener una actitud positiva y como parte de ello ya le hacen bromas "Me he llamado sushi, algún otro me ha llamado alimento de pescados," dijo ella.

"Usted tiene que guardar un sentido del humor ocasionalmente ante situaciones como ésta," concluyó.

Fuente: Novedades de Quintana Roo

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