28 de julio de 2010

Reloj público municipal, un emblema histórico de Cozumel

El 15 de septiembre de 1910 se llevó a cabo la inauguración de la torre del reloj público de Cozumel, que se terminó de instalar un año después. Ubicado en el parque Benito Juárez y que a cien años de su creación es un ícono que caracteriza a la isla, fue construido para celebrar los primeros 100 años del inicio de la lucha por la Independencia de México.

El cronista de la ciudad, Velio Vivas Valdez, recuerda la historia y pide mantenimiento para el lugar, por lo que el alcalde de la isla, Juan Carlos González Hernández, anunció una importante inversión en ese lugar con la adquisición de carátulas y maquinaria nueva en el marco del Bicentenario de la Independencia.

De acuerdo a la versión del cronista vitalicio de la ciudad, en 1907 la ciudadanía de Cozumel se preparaba para celebrar los cien años de la lucha de independencia de México y aquí se instaló un comité que encabezó originalmente, don Hipólito Vivas Rejón y posteriormente, don Ladislao Novelo.

Entre una serie de festejos que se organizaron, se acordó que, con la colaboración del pueblo, se construyera una torre y se instalara un reloj público, que significaba un servicio del que Cozumel carecía en aquel entonces, y que era parte de la característica de todos los pueblos, tener junto a la escuela, el palacio municipal, la iglesia y el reloj público.

Entonces con la colaboración del pueblo, que fue muy importante ya que muchos aportaron mano de obra y material de construcción, el 15 de septiembre de 1910 al marcar las 11 de la noche, se declaró oficialmente inaugurada la torre del reloj público.

Sin embargo la maquinaria no se terminó de instalar porque los preparativos del centenario se retrasaron y después los ponderables del inicio de la Revolución. Asimismo se retrasó la llegada de la maquinaria que se había encargado a una fábrica de la Ciudad de México llamada “Esmeralda”, que cobró por este reloj de una sola carátula, 60 pesos (oro nacional).

El costo de la maquinaria fue aportado por don José Hipólito que para ese entonces ya era el presidente municipal.

Esta maquinaria vino garantizada por 20 ó 30 años, pero trabajó hasta los años 80 cuando durante el trienio de Antonio González Fernández en el 78-81, fue cambiada y ya se tuvieron las cuatro carátulas, una maquinaria nueva que ha sufrido modificaciones, porque normalmente en cada huracán resultaban destruidas.

Velio Vivas reiteró que sigue siendo un ícono de la imagen urbana de la isla; “creo que ninguno de nosotros puede imaginarse al parque Benito Juárez sin la torre del reloj; no es un elemento arquitectónico ejemplar, ni modelo de belleza, sin embargo representa algo especial para los cozumeleños, si consideramos que fue una aportación de nuestros abuelos, en una época cuando la comunicación con el centro del país estaba restringida a la navegación, tal vez poco menos de un mes para poder llegar a Veracruz y sin embargo había ese sentimiento de identidad, de mexicanidad, de pertenencia al país y se hizo el esfuerzo por construir lo que está a la vista”.

El cronista destacó que le da mucha tristeza pasar por ahí y ver que no se le da una mano de pintura y la cara principal, tiene una placa que se colocó cuando se remodeló el parque, ahí por los años 80 y esa placa, desde la última vez que pintaron el parque quedó salpicada de pintura y ni siquiera han podido limpiarla; es lamentable porque muchos turistas visitan este sitio y se encuentre cierta indiferencia por algo que es tan representativo de Cozumel.

El primero que se encargó de darle mantenimiento “hasta donde yo recuerdo”, fue un inmigrante español republicano, don Alfredo González, apodado el “volchevique” y había alguien que comenzó con él, aprendió y ha sido el compañero inseparable del reloj, yo creo que por más de 50 años como lo es don Manuel Marrufo Orozco, “Don Totochito”. Él ha tenido el cuidado de mantener en funcionamiento esta maquinaria aceitada y darle cuerda; y para muchos actualmente es una figura inseparable del reloj público”.

Cabe hacer mención que don Hipólito Vivas Rejón fue bisabuelo de quien fue presidente municipal en el periodo 96-99, Víctor Manuel Vivas González, quien también siendo presidente municipal hace instalar el segundo reloj público que hay en la isla, y se ubica encima del balcón presidencial de palacio; y con una característica especial, que son los números mayas en las carátulas del reloj.

Es importante recalcar que hace unos días, el presidente municipal, Juan Carlos González Hernández comentó en forma extra oficial que ya se adquirieron las carátulas y maquinaria nueva para el reloj público municipal ubicado en el parque Benito Juárez, precisamente en el marco de los festejos del bicentenario de la Independencia y el bicentenario del inicio de la Revolución Mexicana, aunque no dio a conocer los costos de inversión.

Fuente: El Quintanarroense

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